sábado, 17 de febrero de 2007

Parafraseando a Serrat


Prefiero...

...el calor al frio
...el campo a la ciudad
...el té al café
...los veleros a los aviones
...las bicicletas a los autos
...el chocolate a las verduritas
...el helado al tiramisu
...el asado al sushi
...el mar a la montaña
...la montaña a la oficina
...un libro a la TV
...el soul al rock
...el tango al jazz
...el grito del hornero al sonido del despertador
...una cena con amigos a un par de horas en un boliche
...una peli en la cama al cine, en especial si es acompañada
...una reunión en casa a una salida de bares y copas
...un baño de inmersión a una ducha rápida
...el olor al pasto recién cortado al smog
...desvestirme a vestirme
...la ropa casual a los trajes
...un atardecer en la hamaca paraguaya a una tarde de shopping
y DEFINITIVAMENTE, prefiero vivir a ver pasar la vida!!!

Entonces...

Por que todos los días me despierta un despertador, me doy una ducha rápida, me visto con un traje, salgo en auto hacia la oficina, a tolerar el smog del centro, limito los asados y helados para no engordar, casi no ceno con amigos porque muero de sueño a las 10 de la noche, y solo me tiro en la hamaca paraguaya una vez por mes, y en verano???

Será que estoy viendo pasar la vida??
O será que prefiero no recordar lo que prefiero??

miércoles, 14 de febrero de 2007

Bendito Valentine

Estoy leyendo una nota acerca del amor. La autora intenta encontrar una explicación a través de la física, la química y el psicoanálisis, de las reacciones que sufrimos (o gozamos?) cuando nos enamoramos. Y resulta que aprendí que en el momento en que hasta hoy creía haberme enamorado perdidamente, en realidad eran mis instintos de conservación de la especie que inconscientemente me “empujaban” a hacer todo lo posible para procrear y salvar al ser humano de la extinción...y yo que pensaba que estaba mal eso del sexo en la primera cita!

Ahora bien...sigo leyendo, ansiosa por descubrir si me había convertido en una desalmada por usar preservativos y no estar ocupándome de mi deber de conservación de la especie, amén que el “impulso de conservación” o como quiera se llama a ese deseo irrefrenable de no separarse de la persona amada se extinguió hace rato...y encuentro nuevamente al culpable: se llama oxitocina y, según nuestra fisico-quimica-psicoanilitica escritora, es la hormona que libera el cerebro luego de una relación sexual y hace que uno quiera quedarse junto a la persona amada...aún cuando desaparece el famoso “instinto” que nos hizo olvidar de la racionalidad del no-sexo en la primera cita.

En síntesis: cuando se nos despierta el instinto, liberamos dopamina que nos convierte en una especie de ciegos anulando nuestro pensamiento crítico, y cuando la dopamina se evaporó, nos queda la oxitocina que nos impide salir corriendo en busca de nuevas emociones...

Digo yo...no podrían vender en el supermercado, junto a las bolsas de papas fritas, las dosis de dopamina que necesitamos para seguir toda la vida enamorados? O de oxitocina cuando necesitamos un poco de racionalidad en la vida?

SOCORRO!! Mi oxitocina se está acercando a su fecha de vencimiento!!!