jueves, 31 de julio de 2008

El Héroe que queremos

Batman se debatía sobre lo que era mejor para Ciudad Gótica. El Guasón, como siempre, lo puso en una encrucijada: tenía que elegir entre darles el héroe que querían o el héroe que necesitaban.

Cuantas veces estamos en la misma encrucijada?

Necesitamos a alguien para presentarle a mami y papi: la persona perfecta, o al menos que lo parezca. Los chicos buscan la nena buena que mami quiera como una hija, aunque en la cama siempre prefieran a la mala…y no siempre es la misma. Las chicas buscamos al señor bueno, dulce, que mami vea que nos va a proteger, y querer toda la vida, y papi ceda su papel, aunque, como ellos, en la cama queremos al malo, al seductor, al que sabemos que tenemos que conquistar a diario…aunque eso nos juegue en contra.

Seguramente más de uno se acuerda de esa chica que no se atrevió a presentar a los papis ni a los amigos, o de morir por el profe de gimnasia que nos hacía caer la mandíbula con sus bíceps…mientras en casa nos esperaba nuestro héroe comiendo papas fritas en la cama (aunque también nos resultara irresistible…a veces)

Pero, cómo hacemos para querer sólo lo que necesitamos? O al menos encontrar al que queremos y que tenga un botoncito para transformarse en el que necesitamos…

Que me haya gustado tanto el papel del Guasón no hace más que confirmar que me sigo enamorando de los malos, que me ponen siempre en la encrucijada de decidir si puedo resistir sus diabluras solo para tener al Héroe que quiero o si tengo que hacer el esfuerzo de huir y correr a los brazos del Héroe que necesito.

En definitiva, creo que todos queremos lo que necesitamos…y lo que no también! Es naturaleza humana…

Voy a encender la batiluz a ver si viene Batman (o el Guasón) a darme la respuesta…

lunes, 28 de julio de 2008

Mentime que me gusta

El que esté libre de culpa y cargo que arroje la primera piedra. Alguien puede decir que jamás mintió en una relación? Y no estoy hablando de engaños ni mentiras que lastiman….hablo de las otras, de las “piadosas”, las que usamos para que el otro se enamore perdidamente de nosotros, para que se crea que morimos por él, para hacerlo sentir único.

Esos “nunca me había pasado esto con nadie”, “no dejo de pensar en vos ni un minuto”…son música en nuestros oídos, aunque en el fondo de nuestro cerebro, bien lejos del corazón (o del hipotálamo o de lo que sea que regule nuestro instinto de seducción), sepamos que no es cierto.
Y eso de ninguna manera significa que seamos mentirosos, es más…hasta creemos que es cierto!

Si pudiéramos anular nuestro corazón por un rato, no seríamos capaces de repetir lo mismo sin sentir que estamos verseando terriblemente, o no? Pero en ese momento, en el que estamos frente a la persona que nos hace latir más fuerte el corazón…todo eso es cierto.

Nunca un hombre me conquistó diciendo: “mirá, me parece que sos una buena persona, sos linda, y aunque tengo otras 3 o 4 en vista, podríamos probar a ver que pasa, y si esto funciona, me quedo con vos, te parece?”. Y estoy más que segura que eso pasó! Pero en cambio lo que escuché fue: desde que te conocí no dejo de pensar en vos…te extraño…y me encantó!!!!!!!!!!!!!

Por suerte, la seducción nos vuelve menos cerebrales, más naif, y por eso agradecemos las mentiritas piadosas del inicio de la seducción…y también las practicamos!

Todo es parte del juego, y mientras las reglas estén claras y todos juguemos el mismo partido, es maravilloso. El problema es que siempre hay alguien que quiere creer que es cierto, y que siempre lo será, entonces se aferra a las palabras más que a los hechos, y ya sabemos que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Pero mientras tanto, sigamos jugando. Mentime que me gusta…pero aprendé cuando parar.

sábado, 19 de julio de 2008

A la deriva

Freddie dijo una frase célebre el otro día. Bueno, en verdad escribió porque fue por msn:

Javier - Freddie dice:
vos sos inteligente y sabes que no somos corchitos a merced de las olas de las circunstancias.. tenemos velas, motor y timón, que a veces no los querramos usar es otra cosa
Javier - Freddie dice:
o nos cueste..
Daniela dice:
mi vela está hecha mierda, demasiados vientos...el motor no tiene combustible (mucho lock out patronal) y al timón lo quebré con los cambios de rumbo,,,mas que un corcho parezco un ancla!

Y así me siento…como un ancla! Ni siquiera tengo la posibilidad del corchito de cambiar de rumbo, al menos según me lleven las olas. Ahora, me pregunto: cómo llegamos a perder el control de nuestra vida de esa manera? En qué momento dejamos que el viento nos dirija, soltamos la velas, o le damos el timón a otro?

Seguramente pasa de a poco, como en la fábula de la rana que esta plácidamente nadando en agua fría, pero resulta que su “mar” era una olla al fuego…pero como el fuego calienta de a poco, la rana se acostumbra a la tibieza, luego al calor…y cuando se da cuenta esta hervida!

Cuantas veces nos pasa que nos vamos acomodando, acostumbrando a lo que no nos gusta, cedemos una, dos, y luego resulta que cambiamos nuestra vida, nuestra esencia..? Seguramente eso no dura, porque de alguna manera nuestra esencia aflora, y nos devuelve la sensación de incomodidad que necesitamos para forzar el cambio

Algunas veces tememos a los vientos fuertes, a las tormentas, a los huracanes, a todo lo que nos desestabilice. Pero tomando la analogía de Freddie, cuanto mejor nos vendría una tormenta cuando todavía tenemos las velas fuertes, el motor lleno de combustible y el timón está en nuestras manos…seguramente ahí estaríamos en condiciones de virar o poner el tormentín para capear el temporal.

Lamentablemente la vida nos acostumbra a brisas que no siempre queremos. Lo importante es asegurarse todos los días, que nuestro barco está preparado para el viraje.

Si no, seguiremos como hasta ahora, emparchando nuestras velas y esperando la próxima brisa…