lunes, 14 de febrero de 2011

Y al fin Valentine

Hace 4 años empezaba a escribir. Descubrí que me apasionaba poner en palabras lo que sentía, o al menos lo que intentaba entender de mis sentimientos.

Y arranqué comentando una nota de San Valentín.

Pasaron 4 años, y mi San Valentín de entonces nada se parece al de ahora. Y como siempre, la vida da revancha.

Pasé un 14 de febrero intentando salvar lo insalvable. Otro pensando que algo que iniciaba podía llegar a parecerse al amor. Algún otro llorando. O extrañando tanto que dolía. Y alguno más con la esperanza de volver a encontrar el amor. Renacida, emparchada, pero intacta.

En el medio…sinsabores, derrotas, pequeñas victorias, gente nueva en mi vida y los viejos de siempre, con el aguante como nunca.

Fueron muchas experiencias, buenas y malas, pero de todas puedo decir que aprendí.

Aprendí a querer de nuevo. Aprendí a volver a confiar. Aprendí que nadie tiene que pagar por los errores de otro. Aprendí que aprender es la mejor forma de vivir la vida. Y lo mejor de todo, es que siempre supe que me iba a volver a enamorar

Y hoy festejo San Valentín totalmente enamorada. Y con todo lo que aprendí, puedo seguir emparchando esperanzas para pensar que voy a seguir festejando otros 50 San Valentin.

Festejo que el amor renace. Siempre, no importa cuanto te lastimen.

Festejo que el cosmos ordena, y las penas se compensan con alegrías. Y si es así, me quedan más de 50 Valentines.

Festejo el tener al lado a la persona que amo. Y que pueda seguir emocionándome cuando lo miro.

Festejo que al mirar para atrás, a pesar de las lágrimas, siempre el balance me da sonrisas.

Festejo que festejo. Hoy festejo la vida.