sábado, 19 de abril de 2008

Mis tres patas

Cada uno es arquitecto de su propio destino. Y como el destino es el que construye la vida misma, siempre imaginé mi vida como un gran edificio sostenido por tres columnas: el amor, la salud, y la parte económica y profesional.

Obviamente esas tres columnas están muy bien apoyadas sobre los afectos de toda la vida, esos que no cambian si me enamoro o no, si estoy sola, en pareja o en un período de descontrol total: los amigos y la familia.

Bueno, hasta ahí mi construcción venía bien. Buena base, columnas...así que ahí encima empecé a apilar pisos. Al principio eran pocos, y las columnas resistían perfectamente...pero los años van agregando pisos y con esto más peso a las columnas...que empezaron a debilitarse...

Entonces, para no perder el equilibrio, siempre sobrecargo una columna cuando alguna otra se debilita.

Si me quedo sin amor, en seguida pongo todas mis energías en el trabajo, me aturdo, cargo a la otra columna...y ahí como en todo desequilibrio, la salud empieza a decir aquí estoy...y tengo que correr a salvar otra columna! Entonces aflojo con el trabajo...y la columna amor empieza a recordarme que está desmoronada y me tengo que ocupar de construirla nuevamente..

Si tengo problemas económicos o laborales, la columna amor empieza a sentir el peso de mis rabietas, desencantos, problemas y decepciones...y se resquebraja también...entonces, vuelvo a apoyarme en ella, espero que pase el terremoto...y que la salud no se resienta...

Y así corro, toda mi vida emparchando columnas...

Estoy empezando a pensar que no soy buena como arquitecta, debería pedir ayuda profesional. Por ejemplo, a mis amigos que supieron construir una torre gigante sobre una sola columna: la familia, o el trabajo...pero solo una. Entonces lo demás es secundario, y su mundo difícilmente se tambalee...solo se abocan a cuidar Su Pata a cualquier precio...y el edificio sigue en pie.
En su trabajo está todo bien, porque ellos siempre están felices de trabajar, y la empresa está feliz de que lo esté. Jamás se quejan, como quejarse si es su vida?
Y se trata de mis amigos que se apoyan en la pata familia, entonces también están siempre bien: la familia siempre está, y si la pareja no funciona, se buscan una amante y listo.

Ahora vuelvo, me voy a anotar en Arquitectura antes que mi edificio se desmorone...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te metas a arquitectura, mejor piensa en una psicoterapia psicoanalitica individual, eso si que te podria ayudar. Saludos