miércoles, 9 de abril de 2008

Sexo sin amor


Creo que ahora entiendo a los hombres. Bueno, un poco.
Les cuento porqué.

Cuando era adolescente soñaba con casarme con mi primer amor, y que sea para toda la vida. Es decir, era una chica normal. Por eso, pensaba que el sexo era solo por amor...hasta que la ilusión se terminó, pero vino otra etapa: la de descubrir cuan divertido puede ser el sexo cuando no hay sentimientos, compromisos, obligaciones...solo el instinto básico de tomar lo que uno quiere.

Mi problema es que siempre, al final, me enamoro. De ese, o de otro...pero vuelvo al sexo con amor, que definitivamente es mucho más maravilloso...pero tiene su precio.

Ahora, la pregunta del millón es: si es tan divertido el sexo sin amor, por qué lo reemplazo siempre? Será que deja de ser divertido? Y en ese caso, cuando y por qué?

Y LO DESCUBRI!!! El sexo sin amor es divertido cuando uno no necesita amor.

Puede ser que esté cubriendo su cuota de amor con amor al perro, a los hijos, a sí mismo...o al marido! Aunque esa parte nunca la aprendí: cuando me enamoro, me pongo estúpidamente monógama.

Pero sí empecé a entender, un poco, porqué los hombres habitualmente siguen casados, o mantienen relaciones matrimoniales terminadas...siempre y cuando puedan tener sexo sin amor afuera. El combo es perfecto!!. Y ellos no tienen esa malformación genética de la monogamia...

Y claro...como leí hace poco: hay que tener demasiado coraje para poner todo el amor en una sola persona.

Y creo que el coraje se me terminó...
Chicos...me pasan la fórmula???

1 comentario:

Anónimo dijo...

La confusión entre sexo y amor es muy común entre hombres y mujeres. Los hombres nos "enculamos" y decidimos quedarnos con aquella con la que hemos tenido buen sexo, mientras que las mujeres deciden esperar el amor del hombre al que le entregan su virtud. El enamoramiento es una etapa bien conocida, tipificada y documentada de las emociones humanas; quien no conoce sus entreveres, sus motivaciones y sus consecuencias está condenado a llevar una vida de fracasos amorosos. El toma y daca de la fórmula amor-sexo ha seguido, sigue y seguirá siendo parte fundamental de las relaciones entre hombres y mujeres. Entre mejor comprendamos nuestras emociones y las de los demás, podremos poner en su justo sitio a un fugaz encuentro sexual y a una relación amorosa prometedora también. Mientras las mujeres sigan valiéndose de la poderosa arma de su cuerpo para conseguir amor, irremediablemente continuarán sus frustraciones. Llega un momento en la vida en que la entrega corporal junto la ambición del amor a toda costa suele responder a una cosa que se llama desesperación. Es cómo si no tuvieramos trabajo y tratáramos de conseguirlo a toda costa aceptando propuestas que a todas luces sabemos riesgosas y todavía nos quejamos porque el empleador nos explota, nos usa, sin reconocer nuestras capacidades. Too bad!. Pero como decimos en México, "no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre".