lunes, 1 de septiembre de 2008

Seguro contra todo riesgo

Hoy hay seguros para todo. Seguro automotor, hogar, de vida, contra incendio, ART. Tenemos todas las posibilidades para minimizar el riesgo y vivir una vida “asegurada”

Cuando éramos chicos, nosotros, nuestros padres, tomábamos más riesgos. Asumíamos que había cosas que podían pasar y convivíamos con ello. Si nos engripábamos mala suerte, no nos vacunaban contra la gripe ni tomábamos un Actimel al día. Bici sin casco ni rodilleras…y así crecimos, aprendiendo a asumir riesgos, algunos más, otros menos.

Que paradoja que a nivel pareja, nuestro concepto de seguridad sea tan variado.

Comenzamos con la conquista sin hacer ninguna evaluación de riesgo. No importa si se va a quedar un año o treinta, si es mujeriego, jugador, si le gusta demasiado el alcohol…cualquier detalle que podría augurar un posible daño a nuestro corazón, en ese momento ni lo evaluamos.

Pero claro, como pasa con las inversiones, las más riesgosas son las que tienen mayor rentabilidad…o perdemos todo o ganamos mucho. Y como la tentación es grande, por lo general arriesgamos mucho y quedamos con poco. El corazón arruinado, y en algunos casos también el bolsillo.

Si sobrevivimos posiblemente aprendemos algo. Y la próxima vez apostamos a lo seguro…pero ahí viene otro riesgo: cuando la inversión es segura, nos olvidamos que está.

Si aposté en la bolsa, miro todos los días, calculo si me conviene, evalúo el mercado, vuelvo a mirar…en cambio, el plazo fijo está ahí, cuando termina el plazo recibo el interés, poco pero seguro, y ahí lo renuevo, o lo cambio por otra inversión segura. Hasta que llega un corralito y adiós seguridad.

Y con las parejas hacemos lo mismo. Si las sentimos seguras, las dejamos ahí, no nos enteramos que están, se renuevan solitas…hasta que alguien nos tienta con una mejor inversión, pero más riesgosa…y ahí decidimos nuevamente, asumimos el riesgo, nuestra vida se vuelve insegura pero con más sal…y muchas veces terminamos perdiendo todo, aun lo que creíamos seguro.

Parece que el seguro contra todo riesgo solo funciona para los autos. En las parejas, no hay franquicia que alcance…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pensar en un seguro contra granizo en Atacama, igual de loco. Por suerte, o por desgracia, los seguros son contratos de adhesión, y aunque suene a perogrullo, lo que importa son la cláusulas particulares, y por suerte... de a dos, se acuerdan, aunque a veces eso, por suerte o por desgracia, significa cambiar de compañía.

El hijo de la madre de Santo Biasatti dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El hijo de la madre de Santo Biasatti dijo...

Debe ser por eso que en algún momento me senti casi un productor de afjp? Me habrá faltado la parte de mandar la proyección post retiro.