domingo, 21 de junio de 2009

Extraño

Extraño sus abrazos en el supermercado, porque sí, porque lo sentía y lo hacía
Extraño cuando me buscaba en la cama, dormido, cada vez que me despegaba un poquito y que no parara hasta encontrar al menos el contacto de mi pie
Extraño hacer locuras como desviarnos a un telo cuando íbamos a la cancha y llegar tarde pero felices
Extraño su propuesta de caminar bajo la lluvia, solo porque él quería hacer algo para que se me pasara la angustia por un mal día en el trabajo
Extraño los huequitos que se le hacen en la espalda
Extraño los desayunos dignos de hotel 5 estrellas. Extraño que me den ganas de prepararlos
Extraño que mirar una peli sea abrazarnos hechos uno en el sillón del living
Extraño dormirme sintiendo el perfume de su piel
Extraño los te amo antes de dormir
Extraño los te adoro cuando hacíamos el amor
Extraño las discusiones acaloradas por temas de política, que terminaban en admiración mutua
Extraño escucharlo hablar con orgullo de su trabajo, y sentirme orgullosa de estar a su lado
Extraño las charlas interminables hasta que quedábamos solos en el restaurante
Extraño acompañarlo a la cancha, a ver lo que sea
Extraño cuando me hacía pata yendo a comprar tonterías al Tigre. Aunque lo odiara
Extraño extrañarlo, pero saber que está
Extraño que me extrañe. Extraño correr a sus brazos cuando me lo dice
Extraño las siestas
Extraño sentir que me pierdo en sus ojos
Extraño bailar rodeados de gente y sentir que el mundo desaparece
Extraño mirarnos a los ojos y saber que lo único que queremos es que los invitados se vayan para estar al fin solos
Extraño que cocinemos juntos. Extraño que se nos queme la comida y no nos importe
Extraño sentir que muero de amor cuando lo miro
Extraño que planifiquemos un baño de inmersión y terminemos inundando la habitación porque nos distrajimos
Extraño que paremos el ascensor entre pisos. Y que nos equivoquemos de piso al bajar
Extraño que nos alcance dormir 4 hs y al otro día estemos cansados pero con ganas de repetirlo
Extraño cuando sentíamos que nada en el mundo nos iba a separar
Extraño su risa
Extraño cuando no me dejaba levantar nada pesado, o encendía la calefacción de mi auto un rato antes que subiera para que no tuviera frio
Extraño sus poemas por mail que me hacían empezar con una sonrisa mi jornada laboral
Extraño su llamada a la mañana para ver como empezaba mi día
Extraño su beso de buenas noches, real o por sms si no estábamos juntos
Extraño odiar un viaje de trabajo porque me alejaba de él
Extraño tener ganas de verlo nuevamente a la media hora que se fue
Extraño que no pueda estar mucho tiempo sin verme
Extraño que no podamos resistir estar cerca sin besarnos
Extraño que me mire y entienda mi mirada

Tuve la dicha de tener todo esto en mi vida

No extraño a UN hombre. Extraño a todos los que amé

Extraño al amor…

1 comentario:

Alex dijo...

Siempre la vida agradece nuestra honestidad con ella con mejores y más bellos regalos. Siempre hay que estar atentos..., cada día; siempre(la vida), busca sorprendernos, siempre, pero siempre lo hace a gritos y nunca nos obsequia aquello que no nos merecemos... Tu certeza la construye la transparencia, intensidad, entrega, y todo lo que alimentó día a día aquello que reconocés extrañar hoy...