martes, 7 de julio de 2009

Quiero lo que quiero

Cuando uno supera los 30 debe tener un poco más claro lo que quiere para uno y no andar esperando coincidir con el otro”. Fue un comentario a una nota de mi blog.

Carlos, el comentarista, fue bastante categórico. Y como nunca me doy el lujo de pasar por alto un comentario, porque siempre la vista desde el otro lado del mostrador aporta, me puse a pensar si es realmente cierto, o fue solo la percepción de Carlos, o lo que di a entender en mi post.

Siempre creí saber lo que quería, y mucho más en lo que a relaciones de pareja se refiere.

Es más. Siempre me moví por metas en la vida. No puedo ir hacia adelante si no sé hacia donde voy. Aunque tanto Schedule sobre la mesa me juegue en contra.

Siempre supe que quería ser una mujer independiente. Y lo soy.

Sé que quiero disfrutar de la vida, y que cada vez que caigo, busco fuerzas para levantarme. Y sé que quiero seguir cayendo para seguir levantándome.

Sé que quiero a mis amigos, se que quiero conservar la amistad por sobre todas las cosas, y de hecho, tengo amigos de hace 20, 15, 10 años…y sigo teniendo la bendición de conservarlos, quererlos, y que me quieran y de encontrar nuevos en el camino.

Sé que quiero enamorarme, y quiero que ese amor dure, porque no hay nada que complete más mi vida que vivir enamorada. Sé que se puede, y hago lo que está a mi alcance para que así sea.

Sé que quiero tener más tiempo libre…y ese es un desafío pendiente. Pero sé que lo voy a lograr

Sé que quiero una familia, y sé que la familia empieza siendo dos…y puede que solo seamos dos, y también sería una familia.

Y sé que voy a seguir esperando coincidir con el otro. Y eso no significa que no sé lo que quiero. Significa que creo que la coincidencia es la base del amor.

Pero también sé que por más que sepa lo que quiero, posiblemente esté buscando en los lugares equivocados, en las personas equivocadas, en los momentos equivocados o dando las señales equivocadas…o simplemente falta esa coincidencia, que algún día voy a volver a encontrar, y voy a aprender a conservar.

Carlos también decía, “cuando el partido ya se está jugando en el minuto 40 del segundo tiempo, uno ya tiene que saber cómo va a resultar. Uno ya tiene que tener en claro donde tiene parado sus jugadores, y cómo está jugando el rival...Si en el minuto 40 del segundo tiempo no entendés cómo se juega el partido, es probable que lo termines perdiendo”.

Y seguramente no entendí nada. Pero sé que quiero un jogo bonito. Y lo importante es cuanto disfruté en la cancha.

Porque al final del juego ya poco importa quién ganó o perdió…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Deber tener después de los treinta o cuarenta un poco más claro lo que queremos para uno, es una cuestión que nada tiene que ver con las posibles coincidencias que podamos tener con alguien, o con los demás. PUEDO TENER CLARO O NO LO QUE QUIERO Y COINCIDIR O NO CON ALGUIEN O LOS DEMAS. "NO EXISTE RELACIÓN DE CAUSALIDAD ENTRE UNA Y OTRA COSA"

El amor es una construcción dialéctica continua (hegeliana)entre dos personas, que por voluntad deciden compartir muchos espacios y tiempos en el día, digo: cada segundo del transcurrir juntos... EL AMOR ES UNA CONSTRUCCION VOLUNTARIA...

Y Carlos..., la vida es un modelo NO DETERMINISTICO. Esto sí es básico saberlo a los cuarenta...

ALEX