jueves, 21 de enero de 2010

Dar y recibir

Moliere dijo: Cuando se quiere dar amor, hay un riesgo: el de recibirlo. Y cuan cierto es.

Cuando nos damos cuenta que alguien nos quiere, cuando percibimos amor en su mirada, cuantas veces huimos asustados, sin saber qué hacer con ese regalo que no pedimos?

Otras veces no nos damos cuenta que en nuestro corazón está surgiendo algo más profundo que las simples ganas de estar con alguien. Entonces lo negamos, porque tenemos miedo. Miedo a que al otro no le pase lo mismo. Miedo a que sí le pase, pero no funcione. Miedo a que no sea el momento adecuado.

O lo que es peor. Muchas veces lo único que esperamos es el sabor de la conquista. Y cuando dando amor logramos que el otro se enamore perdidamente, decidimos que el amor no era realmente amor, y terminamos lastimando a alguien que no se lo merecía.

Es grande el riesgo de dar amor. Por lo general se sufre. Por eso lo guardamos. Lo encerramos. Lo ocultamos. O simplemente lo matamos. Todo para que el otro no huya. O para que no lo devuelva, y tengamos que enfrentar el riesgo de amar, con sus alegrías y triunfos pero también tristezas, temores y frustraciones. Y subirnos a esa montaña rusa que nos provoca tantas sensaciones placenteras junto a un terrible vértigo que no nos deja pensar.

Si pensáramos solo por un momento en cuanto más grande es el esfuerzo de resistirse al amor que el de entregarse sin miedos, cuanta más desazón provoca no animarse, aún más que la que provoca una pérdida, quizás ahí tengamos una herramienta para vencer el miedo al fracaso y animarse al amor.

Amar es un riesgo. Pero recibir amor de la persona amada es un regalo de vida tan grande, que vale todos los riesgos imaginables.Después de todo…si logramos entregarnos a unos ojos que nos miran con amor, la recompensa es tan grande, que seguramente ese amor nos va a dar el valor de enfrentar cualquier frustración que nos depare la vida…

2 comentarios:

Luv It dijo...

Pase la mitad de mi vida pensando que te arrepentís más de lo que no hiciste que de lo que hiciste. Ahora creo que no es tan asi. Creo que crecer equilibradamente no es endurecerse, aislarse ser más estable o aprender a disimular como dijo alguien. Creo que es aprender qué riesgos quiere correr uno y correrlos con espiritu jóven. Estar vivo no es correr todos los riesgos sino elegirlos. A veces unos ojos enamorados en la cabeza equivocada nos hacen sufrir sin sentido. A veces no. Si aprovechaste el tiempo sabés la diferencia.
Hay un refrán de la marina inlesa que se puede traducir asi: "Creemos en dios pero con la polvora seca" en ésta línea de pensamiento les digo a mis amigos y amigas que quieren volver a armar una pareja despues de una que no resulto: "entusiasmado pero atento"
Saludos

Anónimo dijo...

Billy...siempre con las palabras justas...sos un sabio!
Gracias...