sábado, 19 de julio de 2008

A la deriva

Freddie dijo una frase célebre el otro día. Bueno, en verdad escribió porque fue por msn:

Javier - Freddie dice:
vos sos inteligente y sabes que no somos corchitos a merced de las olas de las circunstancias.. tenemos velas, motor y timón, que a veces no los querramos usar es otra cosa
Javier - Freddie dice:
o nos cueste..
Daniela dice:
mi vela está hecha mierda, demasiados vientos...el motor no tiene combustible (mucho lock out patronal) y al timón lo quebré con los cambios de rumbo,,,mas que un corcho parezco un ancla!

Y así me siento…como un ancla! Ni siquiera tengo la posibilidad del corchito de cambiar de rumbo, al menos según me lleven las olas. Ahora, me pregunto: cómo llegamos a perder el control de nuestra vida de esa manera? En qué momento dejamos que el viento nos dirija, soltamos la velas, o le damos el timón a otro?

Seguramente pasa de a poco, como en la fábula de la rana que esta plácidamente nadando en agua fría, pero resulta que su “mar” era una olla al fuego…pero como el fuego calienta de a poco, la rana se acostumbra a la tibieza, luego al calor…y cuando se da cuenta esta hervida!

Cuantas veces nos pasa que nos vamos acomodando, acostumbrando a lo que no nos gusta, cedemos una, dos, y luego resulta que cambiamos nuestra vida, nuestra esencia..? Seguramente eso no dura, porque de alguna manera nuestra esencia aflora, y nos devuelve la sensación de incomodidad que necesitamos para forzar el cambio

Algunas veces tememos a los vientos fuertes, a las tormentas, a los huracanes, a todo lo que nos desestabilice. Pero tomando la analogía de Freddie, cuanto mejor nos vendría una tormenta cuando todavía tenemos las velas fuertes, el motor lleno de combustible y el timón está en nuestras manos…seguramente ahí estaríamos en condiciones de virar o poner el tormentín para capear el temporal.

Lamentablemente la vida nos acostumbra a brisas que no siempre queremos. Lo importante es asegurarse todos los días, que nuestro barco está preparado para el viraje.

Si no, seguiremos como hasta ahora, emparchando nuestras velas y esperando la próxima brisa…

2 comentarios:

El hijo de la madre de Santo Biasatti dijo...

Sabio ese Freddie..
Ahora mi pregunta es como se rompen las velas, el timon y el motor en esa "calma chicha"....

Anónimo dijo...

Quizás sea momento para disfrutar de los resultados de los esfuerzos constantes y sin tregua ,frutos de una larga temporada en medio del alta mar... ¿no será hora de dejarse llevar? aunque sea para reponer nuestra agotada vista en el horizonte... seguro que vale la pena ese pequeño momento de incertidumbre.