domingo, 13 de diciembre de 2009

Sin Mastercard

Ayer, mientras disfrutaba de una charla con amigas, tirada en el sillón del living del depto de una de ellas, pensaba cuántos de esos momentos me llenan la vida.

Hace poco alguien me hizo pensar en la casualidad (o no) de las elecciones de parejas en mi vida…y resulta que siempre elijo aquellos que saben generar momentos de felicidad. Para ellos, para sus amigos, para sus parejas, para sus hijos…nunca me sentí atraída por quienes viven para generar dinero, o para su trabajo, o por quienes las únicas cosas que los llenan se compran con Mastercard. Es más, mi mayor desilusión era cuando la ambición por lo material hacía que esa persona dejara de disfrutar de la vida día a día.

Posiblemente, gracias a que tuve mucha suerte en la vida, mi trabajo me encanta, vivo exactamente dónde y cómo quiero vivir, las cosas que me hacen feliz pasan por otro lado.

Aunque siempre fui así, aún cuando vivía con mis padres y era feliz yendo todos los fines de semana hasta el río en bicicleta (15 km ida y vuelta) y quedarme tirada horas en el pasto escuchando el ruido del agua…

Hoy recuerdo las cosas que me hicieron feliz últimamente…

…una tarde en la cama, acompañada, conociéndonos, hablando sin parar, disfrutando cada centímetro de las caricias, guardando imágenes en la mente…
…una noche de jueves templada, con amigos, tirados en las reposeras, a la luz de las velas, charlando sin parar, riendo de pavadas, hasta las 2am…
…que una amiga me mande un mensaje diciendo “loca, sabes que te quiero” para hacerme sentir mejor después de mi quincuagésima desilusión amorosa del año…
…organizar una fiesta en casa, paty a la parrilla, música, invitar amigos, y recibir 14 confirmaciones en medio día…
…horas interminables de charlas filosóficas por msn…acortando distancias y sabiendo que no necesitamos el cara a cara para sentirnos cerca…
…divertirme en la oficina tanto que vienen de otras a ver porque tanta risa…
…pasar una noche de sexo y cucharita, con tanto mimo como en una luna de miel, con alguien que hacía años que no veía…y que solo eso alcance…
…ver salir la luna del río…
…tirarme a dormir la siesta en una hamaca paraguaya, o tapada hasta las orejas en la habitación en una tarde fría y lluviosa…
…que los atardeceres esos rojos, que tiñen todo de calidez, me arranquen siempre, pero siempre, una sonrisa…
…un mensajito que dice: viste que hermosa luna?, porque eso significaba que estaba pensando en mi…y solo eso alcanza…
…poner música disco y bailar sola en casa aullando las canciones sin parar…
…sentirme como adolescente dándonos besos en el auto, sin pensar en la hora, perdiendo la noción de lo que pasaba alrededor…

Y podría seguir, años y años para atrás, y siempre recordaría que los momentos felices de mi vida, nada tienen que ver con Mastercard….tampoco todo aquello que me falta para ser feliz…eso tampoco lo puedo comprar…

Lo que más agradezco a la vida, es que lo que más valoro…no tiene precio…

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